Porque ser un mason
Los tres pilares de la masonería: el perfeccionamiento individual, la búsqueda de un propósito existencial y la influencia en la historia como núcleo de unión, son metas universales que trascienden épocas y culturas específicas.
Nuestra lucha se enfoca en liberar a la humanidad de la esclavitud de la ignorancia promoviendo la libertad de los individuos.
Aspiramos a lograr una paz duradera a través del diálogo, fomentando la auténtica igualdad de oportunidades para que todas las personas puedan desarrollar su máximo potencial en la sociedad.
Enseñamos la importancia de una ética social que guíe el comportamiento ciudadano más allá de las leyes.
Defendemos el reformismo social y humanitario, abogando por la neutralidad política y religiosa del Estado, así como la plena vigencia de todos los Derechos Humanos: civiles, políticos, económicos, sociales, familiares, culturales y solidarios.
Además, nos comprometemos en la lucha contra la corrupción, que daña gravemente la estructura social, y procuramos que la calidad de vida sea un bien compartido.
Anhelamos la justicia y la honestidad en todas las naciones, donde la responsabilidad y la incorruptibilidad sean normas de conducta para todos.
Aquellos que creen que estamos desactualizados, les recordamos que la Masonerìa Argentina es progresista y a acompañado el debate de los procesos de modernizacion mas importantes de los ultimos tiempos.
Abogo fuertemente por la ley de matrimonio igualitario, despenalizacion del aborto y consumo responsable de sustencias prohibidas.
El ser humano es tanto el sujeto como el objeto de la labor masónica.
Por lo tanto, la masonería guía a sus miembros hacia la comprensión de su origen, esencia, principios éticos y normas de relación con la sociedad, con el fin de impulsar su constante perfeccionamiento y desarrollo.
La fraternidad, la filantropía, la instrucción, la mejora moral de sus miembros, el desarrollo integral de las comunidades y la lucha pacífica por el progreso, así como el fortalecimiento de la democracia participativa, son los valores distintivos de nuestra institución.
Estas razones poderosas y nobles pueden motivar a los hombres de nuestro tiempo a unirse a una organización que siempre ha buscado la coherencia entre las palabras y los hechos.
Los seres humanos, siendo libres y voluntariosos, actúan en el delicado equilibrio entre lo posible y lo necesario, explorando a veces a ciegas los senderos de la verdad, la bondad y la belleza.
Las instituciones que se autodenominan como concluidas y que excluyen la duda, la crítica o las propuestas de mejora, se convierten en lugares inaccesibles e inhóspitos para aquellos que piensan.
La comunidad humana es una obra en constante progreso, abierta a todas las ideas que contribuyan a su mejoría, siendo ella misma libre y sus integrantes también; incompleta, como el tejido de Penélope o el mar de Ulises.
Quienes deseen contribuir a esta obra pueden aspirar a ser masones.
Por favor envianos una solicitud de ingreso.